Madrid, 19 junio, (batalladeideas.com).- Es la hora del almuerzo en un bar del sur de Sevilla. La cocina está llena de movimiento y, tras la barra, un trabajador despensa una cerveza de grifo bien helada.
A su lado, otro emplea un cuchillo jamonero para rebanar trozos de jamón ibérico y ponerlos en un plato para presentarlos como aperitivo.
Existen pocas escenas que representen mejor a España. Pocos productos son tan españoles como el jamón ibérico, cuyo sabor salado distintivo es reconocido mundialmente y forma parte de una industria nacional que genera cerca de US$850 millones anuales en exportaciones.
Mientras contempla el proceso de corte del jamón, Jaime Fernández, director comercial internacional del Grupo Osborne, que elabora vino, jerez y la famosa marca de jamón Cinco Jotas, lo califica como un alimento nacional «representativo».
«Se trata de uno de los productos culinarios más representativos de España», asegura, indicando que los cerdos empleados para la producción del jamón son criados en libertad y se nutren de bellotas. «Refleja nuestra cultura, nuestra tradición, nuestra esencia», menciona.
Sin embargo, el jamón ibérico, al igual que otros productos de España y Europa, enfrenta la amenaza de los aranceles comerciales establecidos por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Las exportaciones de jamón español a EE.UU. no tenían aranceles hasta abril de este año, cuando se implementó de manera repentina un impuesto del 20% sobre todas las importaciones europeas, que se bajó al 10% a la espera de negociaciones.
No obstante, en mayo Trump generó nuevamente preocupación entre los exportadores europeos al declarar que el arancel para todos los bienes de la UE podría elevarse hasta el 50% si las negociaciones comerciales con Bruselas no prosperan. El plazo establecido para esto es el 9 de julio.
BBC NEWS MUNDO/BDI