Joe Biden, presidente de Estados Unidos, junto a su esposa Jill, recibió a un grupo de niños en la Casa Blanca para celebrar Halloween con la tradición de ‘Truco o Trato’, en lo que será su última celebración de este día en la residencia presidencial.
Al igual que en el año anterior, los Biden organizaron una fiesta de Halloween única enfocada en promover la lectura entre los niños, una propuesta de la primera dama en la que, además de darles dulces, también obsequiaban libros a los pequeños.
Al decidir no postularse nuevamente y dejar que su vicepresidenta, Kamala Harris, tome su lugar, Biden enfrenta los últimos meses de su presidencia hasta que el ganador de las elecciones del 5 de noviembre sea inaugurado en enero.
El Hallo-Read tuvo lugar en el Jardín Sur de la Casa Blanca el día antes de Halloween y estaba disponible para los hijos y nietos de los empleados de la Casa Blanca, así como para personal militar y otros departamentos del gobierno.
En esta ocasión, Jill Biden, quien estaba entregando los libros a los niños, se vio como un oso panda.
La esposa del presidente mencionó la reciente llegada de dos osos pandas, Bao Li y Qing Bao, desde China al Zoológico de Washington. Es la primera vez en 24 años que Pekín envía osos pandas a la capital estadounidense.
En contraste, Joe Biden, quien repartía los dulces, no estaba vestido de forma extravagante, sin embargo, era muy amigable con los pequeños que se acercaban a él y se relacionaba con varios de sus trajes.
Los dos estaban ubicados en el Pórtico Sur y guardaban a que los niños y sus acompañantes estaban frente a ellos para recibir sus regalos.
Ambos estaban posicionados en el Pórtico Sur y esperaban que los niños y sus acompañantes pasaran por delante para recibir sus regalos.
En las escaleras a los costados estaban los músicos de la Orquesta de Cámara de la Marina tocando constantemente bandas sonoras de series y películas.
Debajo, se encontraron dos enormes calabazas de las cuales crecía una enredadera de libros, acorde con el tema de la celebración, que recorría todos los peldaños hasta llegar al balcón, donde se veía una gran luna naranja con el nombre del evento.
En el resto de la zona ajardinada había calabazas y otros objetos típicos del otoño, además de juegos para el entretenimiento de los niños.
Las calabazas que fueron utilizadas como decoración se donarán a la organización DC Central Kitchen, la cual recicla alimentos de toda la ciudad y cuenta con la participación del chef José Andrés.
Con la información de La Patilla.
