Durante años, la devoción a la Virgen de Chiquinquirá ha superado los límites del Zulia. La festividad es un acontecimiento de gran relevancia en la región, con miles de seguidores que visitan la Basílica para honrarlo y tomar parte en varias actividades religiosas y culturales.
Cada año, los habitantes de Zulia muestran su amor y devoción mediante el canto de gaitas, los coloridos festejos patronales y las fervientes oraciones. Cuando la Virgen descendió, la plaza se convirtió en un cielo lleno de estrellas por los celulares encendidos y una lluvia de fuegos artificiales multicolores que concluyeron este extraordinario evento.
Durante la Misa Solemne de la Bajada de la Virgen de Chiquinquirá, el Obispo de Maturín, monseñor Enrique Pérez Labado, expresó: «Desciende, Virgen Madre, Virgen de la esperanza y la paz, hacia un pueblo que resuena tu voz para que sea escuchada».
En una parte de la homilía durante el evento religioso principal en honor a la Excelsa Patrona, se mencionó que el corazón de la Virgen late al ritmo del corazón de Jesús.
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