La semana anterior, la Fiscalía solicitó 107 años de prisión para un individuo que agredió a una menor bajo custodia y propuso a otros hombres que la atacaran sexualmente a través de las redes. ‘Infobae’ conversa con la investigadora Noemí Pereda acerca de esta cuestión.
La mayor parte de esos menores -aunque hay más niñas, también son muchos los casos que incluyen a niños- ingresan a los centros de acogida tras haber padecido violencia e incluso abusos sexuales intrafamiliares, y a pesar de recibir atención, escasean los recursos y los educadores especializados. Una circunstancia de la que se valen los pederastas para atraer a los niños.
«No es un problema que afecte a algunas comunidades autónomas, sino que está relacionado con la alta vulnerabilidad de los menores en los centros residenciales del sistema de protección, especialmente las niñas», señala Pereda, profesora de Victimología en la Universidad de Barcelona y una de las principales investigadoras en este ámbito. Entre las vulnerabilidades más importantes de estos jóvenes se destacan una “autoestima extremadamente baja y una inmensa necesidad de afecto y atención que el sistema [de protección] no puede ofrecer, sin importar cuánto se esfuercen los educadores”.
Con Informacion de INFOBAE.