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Psicosis posparto, una familia marcada por la fe y cinco hijos asesinados.

Redacción Batalladeideas
2 Min Read

El 21 de junio de 2001, hace 24 años, Andrea Yates sumergió a sus cinco hijos en agua. Se llevaron a cabo dos juicios. Y el segundo veredicto transformó la perspectiva penal hacia los acusados que presentan problemas psiquiátricos.

La llamada al 911 efectuada por Andrea Yates el 20 de junio de 2001 no solo puso en aviso a la policía de Houston, sino que también dio comienzo a uno de los casos más sorprendentes en la historia legal de Estados Unidos: una madre admitió haber ahogado a sus cinco hijos en la tina de su hogar. La mujer, de 36 años, aguardó a que su marido se marchara a trabajar y, en menos de una hora, terminó con la vida de sus hijos, que tenían entre seis meses y siete años.

La tragedia ocurrió en el humilde hogar de la familia Yates, situado en un suburbio de Houston, Texas. La mañana en que ocurrió el crimen, Russell Yates, el marido de Andrea, se fue de la casa poco después de las 9:00. Pocos minutos después, la mujer metió a sus hijos en la bañera, uno tras otro, y los sumergió hasta que se quedaron sin aliento. El mayor, Noah, quien tiene siete años, fue el último en ser sumergido. Al llegar la policía, hallaron cuatro cadáveres alineados en la cama matrimonial, cubiertos con sábanas, mientras que la madre permanecía en la sala, sin resistirse.

El estudio mostró que Andrea Yates padecía psicosis posparto y había tenido episodios graves de depresión desde que nació su cuarto hijo. La mujer había sido interna en múltiples ocasiones y había recibido atención psiquiátrica, pero su salud mental empeoró después del nacimiento de su hija menor, Mary Deborah, en noviembre de 2000.

Con Informacion de INFOBAE.

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