Es una forma de chemsex en la que se utilizan drogas recreativas para mejorar la actividad sexual. Normalmente se relaciona con celebraciones o reuniones donde se busca tanto la emoción como la extensión de esas conexiones.
Algunas investigaciones señalan que el slam puede generar, en realidad, una sensación de felicidad o subidón fuerte, brindando una experiencia agradable y estimulante en términos de placer sexual. Imagen: Vika Glitter/ Pixabay
El slamsex, también conocido como slamming, está ganando cada vez más seguidores en las redes sociales, sobre todo entre los jóvenes, y está generando preocupaciones en el ámbito de la salud pública.
Es una forma de chemsex donde se usan drogas recreativas para potenciar encuentros sexuales. Se suele vincular con celebraciones o reuniones donde se busca tanto la alegría como la extensión de esas relaciones.
En el slamsex se combinan tres factores: una situación sexual específica (sexo en grupo, relaciones sin protección con parejas casuales, etc.), el consumo de drogas estimulantes (principalmente metanfetaminas o mefedrona) y la forma de administrarlas, que es a través de una inyección.
Al administrar la droga por vía intravenosa, los sujetos experimentan efectos más rápidos y potentes. Debido a su capacidad para reforzar, esto incrementa las posibilidades de repetir el consumo, especialmente en situaciones de recreación.
Con Información de EL NACIONAL.