Moscú, 19 junio, (batalladeideas.com).- Al iniciar la Operación León Naciente, funcionarios rusos calificaron la reciente escalada militar en Medio Oriente de «preocupante» y «arriesgada».
A pesar de eso, los medios de comunicación rusos se apresuraron a destacar los posibles aspectos favorables para Moscú.
Entre ellos se encuentran:
Un incremento mundial del precio del petróleo que se anticipa enriquecerá a Rusia.
Un desvío de la atención que Rusia recibe por su conflicto en Ucrania. «Se han desentendido de Kyiv» fue el encabezado del periódico Moskovsky Komsomolets.
Y si se aceptara la propuesta del Kremlin de mediar en el conflicto, Rusia podría posicionarse como un jugador fundamental en Medio Oriente y como un pacificador, a pesar de sus actuaciones en Ucrania.
No obstante, cuanto más se prolonga la operación militar de Israel, mayor es la impresión de que Rusia tiene mucho en juego por estos acontecimientos presentes.
«La intensificación del conflicto implica riesgos serios y un costo posible para Moscú», afirmó el politólogo ruso Andrei Kortunov en el diario financiero Mommersant, el lunes, y agregó:
La realidad es que Rusia no pudo evitar un ataque contundente de Israel a una nación con la que firmó un extenso acuerdo estratégico hace cinco meses. Evidentemente, Moscú no está listo para superar las declaraciones políticas contra Israel, no está dispuesto a ofrecer apoyo militar a Irán.
El convenio estratégico ruso-iraní acordado por los presidentes Vladímir Putin y Masoud Pezeshkian a principios de este año no constituye una alianza militar.
No fuerza a Moscú a actuar en apoyo de Teherán.
BBC NEWS MUNDO/BDI